PADRE, VOY A PECAR

8 de Octubre, un cura es asesinado y Cristóbal, un ex-policía, se convierte en el principal sospechoso. Durante el interrogatorio, el detective Julián, ex-compañero de Cristóbal, siente cierta compasión por él e intenta entender su oscura búsqueda de la verdad. A medida que emergen recuerdos de su obsesiva investigación y la furia que lo llevó al crimen, queda claro que la sed de justicia puede convertirse en una peligrosa trampa. La historia explora las profundidades de la culpa y la desesperación, dejando al espectador con la inquietante pregunta: ¿hasta dónde puede llevar la rabia?